El pasado 2 de abril hubo una tormenta histórica en la ciudad de La Plata, llovieron casi 400 mm en pocas horas y dejó la mitad de la ciudad bajo el agua. Decena de muertos, cientos de evacuados y miles de personas que perdieron todo. El agua les llevó todo.
Casi inmediatamente, vecinos, voluntarios y militantes políticos y sociales pusieron manos a las obras y comenzaron a ayudar a los vecinos damnificados. La Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata se transformó en uno de los centros de acopio de donaciones. En poco tiempo se convirtió en uno de los centrales en la ciudad, por el tamaño de predio y accesibilidad.
Vecinos, voluntarios y militantes sociales trabajan junto a gendarmes en la organización de lo recaudado. Juntos, civiles y militares, formaron cadenas de pasamanos de mercaderías, descargaron y cargaron camiones a la par.
Los militares volvieron a entrar a una facultad, pero ahora están a la par de los estudiantes. Son los vestidos de verdes los que reciben las ordenes de los civiles. Son los "jóvenes de pelo largo" los que les dicen que hacer y donde,trabajando a la par.
Nunca lo hubiese pensado, menos mal que me equivoqué.
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