Como hace 24 años volvimos a perder ante la selección alemana. En Italia 90, perdimos por un penal mal cobrado, esta vez la suerte pudo haber sido otra si hubiesen cobrado un penal.
En estos 40 días de mundial se vivió una fiesta en la calle. El amor por la selección volvió al pueblo. La ilusión volvíó y el haber perdido desilusionó a muchos.
Pero no importó, la gente salió a festejar el sub campeonato.
Lamentablemente no todo fue fiesta, la otra punta de la Ciudad los festejos se transformaron en desmanes. En el obelisco, lugar de encuentro tradicional para los espejos, un grupo de personas comenzaron a atacar vidrieras y a tirarle piedras a los policías. Lamentablemente por un grupo de estúpidos el festejo se empaño.
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